domingo, 20 de septiembre de 2009

Primero subirla virtualmente

Si quieres subir el Angliru sin sudar mucho pincha en el siguiente enlace http://www.mcasturias.org/index.php?option=com_rutas&task=configuracion&id_escenario=7

La celebracion

miércoles, 16 de septiembre de 2009

Felicitaciones

Aqui van las felicitaciones y tal

y maaaaaaaaasssssssssssss

El reposo del Guerrero

Para hacer un esfuerzo de este tipo hay que hacer como los grandes profesionales, es decir ¡CONCENTRARSE! Para eso nada mejor que buen sitio apartado en el que nada ni nadie me distraiga de la gran proeza que tengo que acometer. Aquí os presento "el campo de concentración" en el que mantendré toda mi moral por mucho que sufra.

En el centro de Asturias, en un entorno tranquilo se encuentra este encantador hotel rural con magníficas vistas y un espacio donde la historia y la vanguardia se dan la mano.

La rehabilitación se ha hecho recuperando sus elementos estructurales y decorativos y mejorando el impacto visual sobre las montañas. Dispone de nueve suites de 50 a 80 m2, con un interior innovador y acogedor que aporta tranquilidad, confort y calidad.

La proximidad a la Sierra del Aramo, declarado espacio protegido, permite realizar múltiples aventuras en plena naturaleza. El mítico puerto del Angliru es un lugar visitado por multitud de ciclistas. Desde Riosa se puede acceder, de manera rápida y sencilla, a otros muchos lugares de gran interés.

La Aldea Soñada del Angliru en Riosa tiene 9 habitaciones.

En la Aldea Soñada se ofrece un nuevo concepto de SPA y de bienestar, rodeado de naturaleza y con unas vistas espectaculares al Puerto Angliru.

Una experiencia única para los sentidos, el cuerpo, la mente y el alma.

Destaca el SPA VIP, sala especial de tratamientos en privado para parejas, el lugar ideal para mimarse y celebrar días especiales.

martes, 15 de septiembre de 2009

Como llegar al Angliru

En la N-630 que comunica Oviedo con Mieres debemos desviarnos a mano derecha hacia la población de Santa Eulalia por la AS-231.
Se pasan las poblaciones de Las Mazas y La Foz hasta que se llega a La Vega de Riosa donde se toma una desviación a la derecha para comenzar la ascensión.
Los primeros 6 kilómetros son relativamente sencillos hasta llegar a la zona recreativa de Villaparada. El desnivel máximo en esta primera parte es del 8 por ciento. Después quedan los 6 kilómetros más difíciles. Encontramos Las Curvas de Les Cabanes con un desnivel del 20 por ciento durante 150 metros. La siguiente curva es la de Llagos donde el desnivel es del 14,5. A continuación se encuentran La Curva Los Picones (18) y La Curva Cobayos (17), estas desembocan en La Cueña Les Cabres donde el desnivel llega al 23,5 por ciento durante unos 500 metros.
El último repecho es el del Aviru con una pendiente del 19 por ciento.

Conocer un poco el Angliru

Hay puertos y puertos de montaña.

A la hora de subirlos a pie con el ganado, o bien en bicicleta, podemos clasificarlos en asequibles, normales, duros y prácticamente inhumanos. El Angliru, situado en plena Sierra del Aramo en el concejo de Riosa, a apenas 20 kilómetros de Oviedo, es hoy mundialmente famoso por su dureza en las pruebas ciclistas.
Desde que la Vuelta a España llegó por primera vez a su cima en 1999, la leyenda se ha ido haciendo más grande cada día. En la octava etapa de esa vuelta, el abulense José María Jiménez hizo historia como primer conquistador del Angliru.

Habitualmente, en toda Europa se le compara con el Mortirolo, pues tienen unos números globales muy similares, con subidas de 12,5 kms de longitud y una pendiente media cercana al 10 por ciento. Ambos están considerados como las cumbres ciclistas de mayor dureza. El Angliru, concretamente, tiene un comienzo no muy duro y seis kilómetros finales durísimos, con un tramo que se sale de toda lógica: la famosa Cueña les Cabres, que llega a superar el 23 por ciento de desnivel. Los datos de la física dicen que en un 13 por ciento de desnivel, un escalador que rueda a 12 km/h genera una potencia de unos 315 wattios, de los cuales emplea un 93,5 por ciento en vencer a la gravedad y un 2,8 por ciento en vencer la resistencia al aire. Estas cifras se hacen más inverosímiles en el caso del Angliru, que fue bautizado por los ganaderos de la zona con un nombre que deriva del latín angulum, más la terminación ariu (lugar anguloso). Cuando caminamos por las camperas de este puerto salpicado de picachos uniformes, el sol cae tan vertical que uno va pisando su propia sombra completa hasta la cabeza. Los ángulos sombríos, los recovecos al cobijo de las peñas, son imprescindibles para que hombres y ganados se quiten sofocos antes de llegar a la cima. Aunque coronar sus 1570 metros de altitud no sea una tarea fácil, desde arriba comprobamos que el esfuerzo ha merecido la pena. Se divisan hermosos paisajes de la montaña central asturiana, con los picos Gamonal, al norte, con 1.712 metros de altitud, y Moncuevu, al sur, con 1.718 metros. Se puede llegar a pie desde la cumbre del Angliru hasta la cima de la Gamonal en una excursión de menos de una hora con buen tiempo. Si el día está despejado, divisaremos desde la costa asturiana hasta los Picos de Europa. La sierra del Aramo, donde se ubica este mítica subida, ofrece un paisaje rural apenas alterado que merece la pena conocer. El Angliru bien podría servir de primera excursión por este espacio, ya que sus vistas nos permiten hacernos una idea clara de los perfiles de esta sierra y de las múltiples excursiones que nos puede deparar. Como mito del ciclismo que es, constituye un reto muy atractivo para los aficionados a la bicicleta. De hecho, cientos de amantes del ciclismo suben al Angliru a lo largo del año. Lo hacen para ponerse a prueba y medir su resistencia. Suben sólos o integrados en grupos y pruebas cicloturistas. También hay quien sube corriendo. El primer sábado de octubre, una carrera pedestre que se acerca a su décima edición, concentra a casi un millar de sufridos participantes. Para los más cómodos siempre queda la opción de subir el Angliru en automóvil. La pista está asfaltada y en buen estado, pero es estrecha, llena de curvas y con unas pendientes nada corrientes para conductores que no están habituados a estas carreteras de montaña. Hay "quitamiedos" en todo el trayecto, pero aún así la sensación puede ser demasiado fuerte para los que no están acostumbrados.

Historias de dioses y hombres

Se han escrito páginas y páginas acerca del Angliru y de todo lo que en él ha sucedido desde que la familia ciclista descubrió las pendientes que conducen al cielo. Desde siempre L´Angliru estuvo destinado a ser algo grande, lo único que faltaba era encontrar el momento apropiado para que todas las miradas se volviesen hacia él y descubriesen su personalidad. En el año 99, con la llegada de la Vuelta Ciclista a España, L´Angliru se convirtió en el coloso asturiano que consiguió que ciclistas consagrados en mil carreras echaran el pie a tierra. Desde ese momento se reinventaron unas cuantas metáforas. Lo que hasta la fecha se conocía como la subida a La Gamonal pasó a llamarse “L´Angliru, el Olimpo del Ciclismo”.

La Cueña, Les Cabres, Cobayos y otros nombres habituales en la toponimia local pasaron a “formar parte de la leyenda del ciclismo nacional e internacional”, e incluso hubo quien situó el infierno a ras de asfalto. En L´Angliru se hace posible el más difícil todavía. Las piernas y la mente entablan una batalla tan épica como la inclinación de la cuesta a la que se enfrentan. El 23,5% de pendiente de la Cueña Les Cabres rompe las piernas y pone a prueba la fortaleza mental del escalador más consagrado. Aquí la palabra sufrimiento se hace cuerpo pero exige el alma. Como escribió Manuel Rivas: “Dios es humano, pero el ciclismo es inhumano. Desafía los límites del esfuerzo físico. Y exige una doma continua, sin la menor concesión, del propio cuerpo”. Está claro que en L´Angliru Dios mostró su peor cara. 1570 metros, 1255 metros de desnivel, una pendiente máxima de 23,5% y una longitud de 12,5 kilómetros. Esta es la realidad hecha cifras. En todas las etapas celebradas hasta este momento en L´Angliru, 1999, 2000 y 2002, las condiciones meteorológicas no fueron muy buenas. La tierra asturiana mostró su carácter ante la atenta mirada de miles de telespectadores que siguieron la etapa desde la comodidad de su salón. Nada que ver con los aficionados que, bajo la lluvia y entre la niebla, abarrotaron las cunetas y tejieron un tapiz de banderas y pancartas. Esta es tierra de gentes y paisajes indómitos, y así se lo hizo saber a ciclistas y aficionados, que respondieron de manera ejemplar dando muestras de un saber estar merecedor del maillot amarillo de los campeones. Pero no sería justo hablar del Angliru y mencionar sólo las gestas ciclistas. Otros muchos deportistas han encontrado en la Sierra del Aramo un campo de entrenamiento a cielo abierto que combina a la perfección el nivel de esfuerzo con la belleza propia de un Paisaje Protegido. Senderismo, escalada, travesías con esquís y otros deportes de montaña han encontrado el escenario perfecto en L´Angliru.Cinceladas a golpe de aire y agua las laderas del Aramo han sabido esperar serenas su momento y lo han encontrado de la manera más elegante posible: simplemente estando. Así son las cosas de los dioses, una aventura para los humanos que un buen día descubren que tienen el paraíso al alcance de su mano.

Curiosidades

Desde que L´Angliru se convirtió en un lugar de reclamo para deportistas profesionales y aficionados, han sido muchas las gestas realizadas en este espectacular puerto de montaña que merecen mención. Aunque aquí no se recogen todas ellas, sí se detallan algunas de las más significativas. -

- En julio de 1999 Félix Pis, un ex-ciclista septuagenario de Llanes, hizo una apuesta con sus amigos: Subir sus 70 años hasta la cumbre de L'Angliru. En dos horas y cinco minutos Félix cubrió los 12,5 kilómetros que separan La Vega de la cima de L'Angliru, ganando así una apuesta que consistía en medio millón de las antiguas pesetas. Como declaró a la Nueva España después de su hazaña: “No volveré a subir más, es terrible. Me tocó sufrir como nunca había pensado. Gracias a que venía muy mentalizado para conquistarlo, lo conseguí”.

- El 30 de julio del año 2000, el salmantino Vicente Martín Calvo subió L'Angliru en silla de ruedas. Su aventura con los puertos de montaña comenzó en el año 95 cuando, sin ningún entrenamiento, intentó subir los Lagos de Covadonga. El quedarse a mitad del puerto fue el acicate perfecto para comenzar a entrenarse duramente y enfrentar, en el año 96, la subida al mítico Tourmalet. Lo consiguió tras tres horas de esfuerzo. En el 2000 el reto estaba situado en la cima de L'Angliru. Tres horas y cuarto le bastaron para pasar a formar parte de las leyendas de L'Angliru.

- Si algo tiene L'Angliru de especial es que sobre su asfalto se han escrito hazañas épicas cuyo mérito trasciende lo cotidiano. Una de estas hazañas es la realizada por Juan José Menéndez, un discapacitado catalán que se propuso subir L'Angliru teniendo solamente un brazo y una pierna. Después de varios años de rehabilitación y entrenamientos Juan José al que le faltan un brazo y una pierna, se convirtió en un deportista Paraolímpico y situó un objetivo claro en su mente: subir L'Angliru en una bicicleta adaptada preparada por el ex-mecánico de Saeco y Mapei, Sisquillo. Abril del año 2002 fue la fecha escogida para la subida. En este primer intento llegó hasta Les Cabanes, pero al no tener el desarrollo adecuado no pudo llegar más arriba.

- En mayo de 2002 Jesús González Montoto fue galardonado con el premio Asturias de Jardinería y Paisajismo, otorgado por el Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Agrícolas del Principado de Asturias. El proyecto “Estabilización de taludes y adecuación paisajística en la Cueña Les Cabres”, valió para que este perito agrícola asturiano pasase a formar parte de los nombres propios del universo ciclista en L'Angliru. Su mérito no ha estado sobre dos ruedas pero sí a pie de asfalto, adecuando la ruta por la que más tarde pasarían los ciclistas. Según el jurado, el trabajo de Jesús González “presentaba especiales dificultades técnicas de ejecución de obra, en una de las zonas más emblemáticas de Asturias, consiguiendo una solución perfectamente adecuada al entorno”. La ampliación de la carretera de acceso al Angliru, por exigencia de la Vuelta Ciclista a España, generó un aumento de la pendiente y de los desprendimientos. El proyecto de Montoto planteó una fijación al suelo con un anclaje de mallas y aplicación de sustratos en una superficie de 900 metros, con lo que consiguió que una de las partes más atractivas de la subida a L'Angliru quedara a la altura de las circunstancias.

Comentario de ciclistas famosos

Jose María Jiménez “El Chava”: “Nunca subí un puerto tan duro. Es exageradamente fuerte. Aquí Pantani y yo haríamos estragos.”

El País. Miércoles 16 de diciembre de 1998.

Coque Uría: “Es excesivamente duro, y lo digo yo, que soy un escalador. Seguramente muchos corredores, sobre todo si hace frío y llueve, no serán capaces de subir hasta arriba”.

El País. Miércoles 16 de diciembre de 1998.

Chechu Rubiera: “Este puerto es comparable al Mortirolo. Pero aquí puede quedar medio pelotón fuera de control y eso sin pensar en el mal tiempo”.

El País. Miércoles 16 de diciembre de 1998.

Tony Rominger: “He visto muchos puertos, pero nunca uno tan duro y largo como éste. El Mortirolo es duro y continuo, pero no tiene rampas de estos desniveles”.

El País. Miércoles 16 de diciembre de 1998.

Fernando Escartín: “Es durísimo. Incluso para un escalador puede resultar demasiado duro y peligroso. Aquí se puede ganar o perder la Vuelta”.

El País. Miércoles 16 de diciembre de 1998.

Marcelino García: “La subida la calificaría como espectacular. Todo el mundo está de acuerdo en que es una subida descomunal, casi inhumana”.

Revista Fusión. Octubre 2001

Nicolás Terrados: “El Angliru marca diferencias, no tantas como la gente piensa, pero sí, crea expectación y son un tipo de etapas que hay que mantener en el ciclismo”. Revista Fusión. Octubre 2001
Alvaro Pino: “Con tan sólo dos etapas disputadas, El Angliru se ha hecho un nombre de gran prestigio dentro del ciclismo mundial. Ahora falta consolidarlo, pero todas las opiniones al respeto, tanto de España como del extranjero, coinciden en que así será, pues es un puerto de una dureza increíble”. Revista Fusión. Octubre 2001
Julio Jiménez: “Creo que es algo espectacular para el aficionado y puede que excesivamente duro para ciertos ciclistas.Pero creo que un profesional preparado físicamente lo único que tiene que hacer es estar ahí jugando con unos porcentajes de unos desarrollos de piñones y de platos” Revista Fusión. Octubre 2001
Alvarez Areces: “La etapa ha sido extraordinaria. Ha sido lo que esperaba de ella, un verdadero infierno, pero en el que nadie se conden. La Nueva España. 13 septiembre de 1999.
José Antonio Muñiz: “La meta del Angliru ocupa desde ahora un lugar en los anales del ciclismo. En los años sucesivos tendremos el sol que nos faltó en esta etapa y seguro que será una preciosidad. Creo que El Angliru será un punto de referencia para futuras ediciones de la Vuelta Ciclista a España”. Enrique Franco: “Las críticas no pueden negar que vivimos una jornada épica. Este puerto es la exaltación del ciclismo, porque es capaz de batir índices de audiencia. Eso demuestra que llega al corazón de todos. Y aquí quienes mandan son los aficionados”. Diario AS. 24 de septiembre de 2002
Roberto Heras: “Es verdad que es un puerto fuera de lo normal, pero allí se vivió una etapa brillante y fue un éxito para los aficionados. Habrá que dar soluciones a los problemas, pero no hay que prohibir El Angliru porque es muy querido por el público”. Diario AS. 24 de septiembre de 2002 Melchor Fernández Díaz: “Para quien ha de subir al Angliru en bicicleta el goce se transforma en un sacrificio durísimo. Para los cicloturistas el premio es vencer a un gigante, el mayor de todos, pero sobre todo, la autoestima de vencerse a sí mismos. Para los profesionales, una gloria que ya se supone sin parangón aunque la historia del Angliru no ha hecho más que empezar”. La Nueva España. 12 de septiembre de 2000 Juan Mora:“El Angliru, aunque se le haya atragantado a los profesionales, merece una carrera para él solo todos los añosnd, indepeientemente de que se suba en la Vuelta. Ni Asturias ni el ciclismo debieran dejar escapar esta oportunidad”. Diario AS. 14 de noviembre de 2002 Pedro González: “Me gustaría que fuera una etapa épica para el recuerdo. Y tiene los elementos necesarios para que así sea, aunque la hubiera preferido con el eliminado alto de San Lorenzo, antes de La Cobertoria. Pero los argumentos los tienen los ciclistas y sus directores. Ellos son los que escriben el guión definitivo”. La Voz de Asturias. 3 de mayo de 1999

González Linares: “Por fin llegó el día clave. El puerto más duro, hecho a la medida de los más puros escaladores. Las durísimas capas del Angliru exigen cuerpos menudos, de pesos ligeros. (…) En cuanto al polémico sufrimiento del Angliru hay que recordar que el ciclismo es un deporte de sufrimiento. Y los que no estén de acuerdo, mejor que se dediquen a otras cosas”. Diario AS. Domingo 22 de septiembre de 2002. Alfredo Relaño: “Llovió, sí, pero pasaron El Angliru. ¡Y cómo lo pasaron! Como bravos, a dentelladas contra el asfalto, contra el rival, contra las cunetas, contra la propia bici. Lo pasaron y elevaron con eso el valor de la Vuelta a España, que desde ayer es otra cosa. Buscando y buscando, Enrique Franco encontró por fin su Mortirolo, su Alpe d´Huez, su cima mítica sobre la que elevar el prestigio y la categoría de la Vuelta Diario AS. 13 septiembre de 1999 Fermín Rodríguez: “El Angliru debe ser la punta del iceberg de un territorio de ensueño, entre la cálida –y amenazante- nublina, la estrecha cinta de la mínima carretera se ve colonizada por ciclistas, orlada por fresnos que con su intenso verdor desafían la otoñada y por vehículos aficionados que humanizan y dan confianza al visitante en el reino del oso”. La Nueva España. 23 de septiembre de 2002 Carlos Cuesta: “¿Es humano el trazado de este coloso asturiano? La fenomenal etapa deja dudas sobre los límites del esfuerzo de los ciclistas, sobre la peligrosidad del recorrido, especialmente en una jornada de lluvia y niebla como la vista en esta edición de la Vuelta. En este aspecto, el corredor gijonés Chechu Rubiera señaló recientemente que subir el Angliru es como correr tres veces seguidas la Vuelta. Puede ser, pero lo cierto es que en condiciones climáticas favorables la subida a este puerto riosano supone un espectáculo deportivo que a nadie deja indiferente”.La Nueva España. 25 de septiembre de 2002

Algunos aficionados que lo subieron lo describen asi

El principio de la preparacion es documentarse y aqui os pongo algunos comentarios de personas que lo han subido El club "Pedal" de Madrid lo vio asi ANGLIRU (EL PUERTO MAS DURO DE ESPAÑA) ANÁLISIS DETALLADO DE LA SUBIDA AL ANGLIRU En primer lugar para hacernos una idea de la dureza de este puerto vamos a compararlo con otros puertos míticos españoles y europeos en cuanto a distancia, desnivel medio, máximo y coeficiente de dureza.
Como podéis ver ni el terrible Mortirolo alcanza el coeficiente de dureza del Angliru, ya que siendo muy similar en distancia y % medio, tiene un % máximo inferior. La subida al Angliru comienza en la Vega-Riosa. El puerto tiene dos partes claramente diferenciadas, los primeros 6 Kms son bastante suaves (comparado con el resto) en un entorno natural precioso y los 6,55 Kms últimos son auténticamente terribles con vistas excepcionales.

La subida se inicia muy suave con cantidad de vegetación en las márgenes de la carretera. Tras cruzar el río Grandiella sube algo el porcentaje, pero sin pasar nunca del 10%. Se pasa junto aldeas tales como Ablanedo. En el Km 3,4, antes de llegar a Grandiella, se toma un desvío a la derecha que nos llevará ya hasta el Angliru. Este tramo es algo más suave que los kms. anteriores. En el Km 5,1 coronamos un collado y alcanzamos el área recreativa de Via Pará. Tenemos un km casi llano antes de comenzar el Angliru de verdad. Los 6,55 Kms restantes hay que detallarlos Km a Km por su singular dureza. En total tiene un 13,3% de % medio con un Km al 17,5% y un % máximo del 23,6%: 1) Km 6 a 7: Nos encontramos una primera pared, que en realidad es sólo un aperitivo de los que nos espera, pero que es el primer contacto con porcentajes por encima del 10%. Tras esa pared y un descansillo aparece el 1er. cartelito: Cuesta de Cabanes: 400 m al 17,5% con % max.al 21%, realmente duro (después de la Cueña les Cabres el tramo más duro) Y así se cubre este primer Km al 13,7%. 2) Km 7 a 8: Aunque parezca mentira, tras pasar la Cuesta Cabanes, el regreso a porcentajes en torno al 12% es una delicia. A mitad del Km aparece el 2º cartelito: La curva Llagos: 300 m al 13%, poca cosa comparado con el anterior. En conjunto este Km tiene un 12,2% de media. 3) Km 8 a 9: El más suave de los 6. ¡Tan sólo al 11,3%!. Destacable una rampa a mitad del Km de 300 m al 14%. 4) Km 9 a 10: El segundo de mayor %: 13,8%. El final de este Km es un buen anticipo del siguiente con una rampa de 300 m al 16%. 5) Km 10 a 11: Aquí llega la hora de la verdad. Tras dar un giro a la izquierda, debería aparecer el 3er.cartelito (alguien debía habérselo llevado de recuerdo), pero aún sin cartelito, enseguida te das cuenta que estás en la famosa Cueña les Cabres: comienzas con 300 m al 16%, otros 100 m al 17%, sigues con 200 m al 18%, y casi nada 300 m al 22% (parece que vas a hacer un looping), para terminar con 200 m al 16%, en total son 800 m al 19% de media con un máximo de casi el 24%. Un respiro y se acaba el Km en el que subes 175 m (nunca antes había visto un Km igual con 17,5% de porcentaje medio) 6) Km 11 a 12: Después de pasar la Cueña les Cabres todo parece suave, pero este Km es realmente duro, con un % medio del 13,1%. Mediado el Km aparece el 4º cartelito: El Aviru (el 3er.tramo más duro): 300 m al 18% con un máximo del 20%. 7) Km 12 a 13: Aquí tenemos 550 m de subida al 11%, con una “rampita” de 200 m al 17%, y otros 450 m de ligero descenso para alcanzar el cielo, denominado Angliru, con el pico de la Gamonal a la derecha. En fin, una subida para tomársela con mucha tranquilidad y bien entrenado, pero que tiene su recompensa, por la satisfacción obtenida cuando alcanzas la cima y puedes disfrutar de las fabulosas vistas, si el tiempo lo permite, y darle a la cámara de fotos con la Gamonal al fondo. Es muy típico encontrar niebla en el puerto, pero también es factible, que esa niebla desaparezca cerca de la cumbre, tal y como nos pasó a nosotros, y se pueda contemplar un bonito panorama de mar de nubes. Por último hay que hacer una mención al descenso. Hay que bajar con mucho cuidado, la bici coge gran velocidad, el suelo normalmente está húmedo y hay buenas curvas. Atención a los frenos, la llanta alcanza tal temperatura que puede llegar a provocar un reventón (tal y como le pasó a uno de nosotros). Recomendamos parar de vez en cuando y disfrutar de las vistas del valle y hacer unas fotos.

EL ANGLIRU - 1570 m Inicio. La Vega Acceso. Oviedo - dirección Mieres - La Vega Antes de salir de casa, tuve muchas dudas acerca del desarrollo a montar en la bici. Finalmente arriesgué y dejé el 28. Creí que sería un error, pero finalmente le tuve que dar la razón al amigo He-Man. Se trata de un puerto para disfrutar, nunca lo he visto tan claro, es demasiado duro para picarse. Sinceramente pienso que a ritmo de carrera, el esfuerzo supera los límites de lo humano. Me atrevería a decir que ir a saco es un suicidio.

Abajo se adivina la zona recreativa de Vipará

La subida empieza relativamente tranquila, entre el 6% y el 9% durante 5-6km, pero después del descanso en Viapará, las rampas se exageran rápidamente, justo hasta llegar a Cobayos, primer tramo al 20%.

Juanky empezando Cobayos, primer tramo del 20%...inocente

El tramo central no bajan del 10% nunca, hasta llegar a la Cueña les Cabres, capítulo aparte. Mi consejo es llegar con el mínimo esfuerzo. Sólo así eres capaz de superarla. Sin ser un peso pluma, me defiendo subiendo, pero reconozco que un 39x28 es justo, suficiente pero justo. Se hace fuerza con todo el cuerpo, parece que la bici se va a romper. No recomiendo nada. Es la rampa más dura, por pendiente y longitud que hecho nunca.

No giréis la cabeza antes de empezar. El impacto visual es terrible

Con todo, la subida no acaba, aún quedan secciones que se acercan al 20% durante más de 1km, pero es una subida preciosa. Quizá la más bella que he hecho jamás. La pongo en un pedestal con el Mortirolo, el Stelvio, el Galibier o Alpe d'Huez. Hay que felicitar al pueblo de La Vega, porque han parido de la nada un templo para los ciclistas. Sólo hay que rezar para que haga buen tiempo, cosa harto difícil. Si llueve, es casi imposible subir todo seguido. Con niebla, seguramente será lo más mítico que podáis haber subido. Con sol, disfrutaréis de un paisaje incomparable que nunca desde la tele habéis podido ver. Es de las subidas más sugerentes y atractivas que hay, por mucho miedo que nos dé desde abajo antes de afrontarlo.